Por Maria Claudia da Cunha*

 

Cuando se habla de “sustentabilidad”, pocos saben cómo el modelo de redes neutras de fibra óptica puede contribuir a este objetivo.

El negocio funciona compartiendo, uno de los pilares de una economía sostenible, ya que evita que cada empresa tenga su propia red y elimina kilómetros de cables en postes.

Con un ciclo de vida más largo, también ahorra energía en comparación con tecnologías obsoletas, ya que utiliza el tráfico a través de la luz. Además, el modelo incentiva la inclusión digital y acelera no solo la masificación de internet, sino que brinda nuevas aplicaciones tecnológicas como el avance del 5G, Inteligencia Artificial, metaverso, IoT, computación en la nube, entre otras.

Cada vez más utilizado para lograr objetivos sostenibles, el uso de una red de fibra óptica neutral contribuye a los esfuerzos para minimizar el impacto ambiental negativo de las operaciones de telecomunicaciones.

Una encuesta reciente realizada por Hootsuite, un sistema estadounidense especializado en la gestión de marcas en las redes sociales, en asociación con la agencia We Are Social, señaló que más de 4 mil millones de personas en todo el mundo ahora usan Internet regularmente. En los últimos 10 años, la cantidad de usuarios de Internet en todo el mundo se ha duplicado y el tiempo que pasan en línea aumenta constantemente.

No es difícil adivinar que manejar una cantidad tan grande de usuarios requiere una infraestructura igualmente expansiva. Comprende millones de kilómetros de cables, salas de servidores (EDC) que cubren hectáreas enteras y, por supuesto, todo tipo de dispositivos de red. Cada uno de ellos utiliza energía para funcionar, que produce dióxido de carbono, metano y muchos otros gases nocivos.

Una forma de pensar y actuar ética, responsable y transparente por parte de las empresas se ha convertido en un factor decisivo para una parte importante de los stakeholders involucrados en esta industria, especialmente para los inversionistas.

Con la intención de reducir el impacto ambiental, la industria invierte cada vez más en el uso de recursos tecnológicos y herramientas de optimización, que permitan a las organizaciones hacer sus entornos más económicos y ecológicamente adecuados.

La unión de la sustentabilidad con la tecnología da como resultado lo que llamamos “Green IT”, es decir, estrategias encaminadas a minimizar el impacto ambiental negativo de las operaciones de telecomunicaciones.

Como ejemplo de ello podemos mencionar la reducción del consumo energético, la reducción de los sistemas de refrigeración y de los materiales utilizados para el cableado, la estabilidad química, ya que a diferencia del cableado metálico, la fibra óptica no sufre oxidación, así como la reducción del uso de plástico. en obra, considerando que la fibra tiene menos plástico en su composición.

 

ESG EN V.TAL

ESG es un pilar estratégico de V.tal y, por lo tanto, la empresa ya cuenta con una estructura dedicada dentro del área de Gobernanza, Sustentabilidad y Auditoría.

Otra iniciativa importante fue la creación del Comité de Neutralidad, órgano permanente de gobierno corporativo cuya función es asesorar al Directorio, actuando como garante para que la operación de V.tal sea neutral, equilibrada y no discriminatoria para todos los clientes que comparten su infraestructura.

La empresa ya es signataria del Pacto Mundial de la ONU en Brasil, una iniciativa de las Naciones Unidas (ONU) para movilizar a la comunidad empresarial a adoptar y promover, en sus prácticas empresariales, diez (10) principios universalmente aceptados en las áreas de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción.  Con ello, V.tal refuerza su compromiso de hacer del Pacto parte de la estrategia empresarial, operativa y estructura organizativa.

Como resultado de estas iniciativas, podemos mencionar la alianza con la edtech brasileña SoulCode, cuyo propósito es la educación tecnológica, la inclusión digital, el impacto social, la diversidad y la empleabilidad. SoulCode Academy apuesta por promover la formación técnica gratuita, con más de 800 horas de formación que incluyen clases de inglés, softskills y un programa robusto compuesto por proyectos, además de softskills e inglés, sin olvidar el apoyo para la contratación rápida de profesionales.

A través de esta iniciativa, V.tal ya capacitó y contrató a una decena de profesionales, en especialidades competitivas como Salesforce y Data Analytics, y está ampliando el alcance de la alianza en 2023 para beneficiar aún a más personas y áreas de la empresa.

Este conjunto de acciones representa solo el comienzo de un ambicioso proyecto vinculado a la agenda ESG y que ya es intrínseco al modelo de negocio disruptivo de V.tal.

 

*Maria Claudia da Cunha es VP de Gobernanza, Sustentabilidad y Auditoría Interna de V.tal